martes, 30 de junio de 2015

ZELESTE 15

ZELESTE 15

El ser más importante de este mundo
soy yo. Lo ignoran todos todavía.
No se asombran si paso al lado de ellos.

Si condesciendo a hablarles no se inmutan.
Doy pistas mas no aciertan a seguirlas.
No saben quien soy yo. Aún no lo saben.
Se maravillarán al descubrirlo.

Para mí se hizo todo: aviones, coches,
los yates, las mujeres, los palacios...
Si advirtieran quien soy, me lo darían.
Pero lo ignoran aún. No hay que culparlos.

El ser más importante de este mundo,
ése soy yo. Aún no lo sabe nadie.
No importa. Lo sabrán todos un día.


PASSEIG DE LLUIS COMPANYS 1

PASSEIG DE LLUIS COMPANYS 1


Cuando me vaya un día, mucha gente
acudirá a decirme: –«Hasta la vista».
Con los ojos brumosos y la voz
enronquecida y rota en la garganta.

Se reunirán entonces familiares.
Las mujeres que he amado y aun aquellas
que tal vez me quisieron. Los amigos,
vecinos, conocidos… mucha gente.

Se acercarán despacio, el rostro serio,
mirándome y mirándose unos a otros
-reunidos junto a mí mis yo dispersos-
alrededor del coche en que me marche.

Aunque parta hacia el éxito, a la cumbre
de mi realización como individuo;
aunque me esperen paraísos plácidos
adonde me dirija en aquel viaje,

alguien musitará en silencio: -«Vuelve.
Te queremos aquí. Tú, entre nosotros».
Mas yo no volveré cuando me vaya.
Ni tampoco vendrá nadie ese día.


AVINGUDA DEL PARAL.LEL 12

AVINGUDA DEL PARAL.LEL 12


No me puedo salvar. Lo intento todo
y cuando casi alcanzo mi objetivo,

aparece una luz detrás de las rejas.
O una corta ramita a la que asirme.
O diviso de pronto una ventana
en el sólido muro que golpeo.
O una puerta a lo lejos, entreabierta.
Y es volver a empezar. Una y otra vez.

De nuevo oscuridad, la rama débil
se rompe al agarrarla y la ventana
que distinguí eras piedras. Y la puerta
precintada, impidiendo, altiva, el paso.

Es inútil luchar. Tengo enemigos
poderosos y crueles vigilándome.
Y me vencen de golpe en el instante
justo en que yo creía dominarlos.
No sé bien quiénes son. Y están ocultos
en ocasiones dentro de mí mismo.

No me podré salvar. No hallo un camino 
que lleva a la total desesperanza.

GRAN VIA DE LES CORTS CATALANES

GRAN VIA DE LES CORTS CATALANES

Desde dentro trabajan a destajo
las corrosivas células. Se acercan
a las menos dispuestas a violentas.

Y por la persuasión o fuerza oblíganlas
a ceder posiciones esenciales.
Van apretando el cerco a mi garganta.

Me ahogarán, lo sé, un día, acaso pronto,
para acallar mi voz con su silencio.
¿Por qué esa urgente prisa de repente?

Y en vano me rebelo y lucho en vano
por destruir esa vida de la muerte.
Por destruir esa vida que me mata.



PLAÇA DE CATALUNYA 1

PLAÇA DE CATALUNYA 1




De improviso vislumbro el gran vacío

que se ha formado a nuestro alrededor.



Muertos. Se han muerto muchos de los viejos

en unos pocos años solamente.



Una generación desaparece

sin notarlo siquiera. En cortos años

se han muerto casi todos los mayores.



Cuánta gente echa en falta la mirada.

Sus voces familiares ya son huellas

de sonido dispersas por el aire.



Nuestra generación es la que sigue.

Ya empieza a despoblarse torpemente.



Y nosotros seremos un vacío
en torno a algún amigo, no muy tarde.

CARRER DE BAILÉN

CARRER DE BAILÉN

¿Por qué lugar saldrá el primer gusano?
¿Asomará su inquieta cabecita
por la nariz, la oreja o el ombligo?
¿O, acaso, entre los párpados abiertos?


Tras él seguirán otros, menos tímidos,
a recorrer la piel, donde amor puso
estremecidos cielos de otras pieles.


Morderán las barreras de los músculos.
Horadarán las capas de la carne,
abriendo su impaciencia los caminos.


Y una inmensa ciudad será el cadáver.
Con seres trabajando sin descanso
para destruir la forma, este volumen
que la gente conoce por mi nombre. 


domingo, 14 de junio de 2015

 
RONDA DE SANT ANTONI 3

Está la muerte en mí. Yo la cobijo.
Está ya trabajando en mi organismo
como abeja tenaz, infatigable.

Y aún nadie lo sabe. Yo camino
llevándole la muerte a los demás.
La muerte, viva en mí, pasa a su lado.

Qué agradable es llevar su dulce peso,
como lleva una rama su manzana.

Yo porto la semilla de la muerte
y la siembro en los campos de otras vidas:
amigos, conocidos y mujeres.

Yo reparto la muerte como un dios.
Y reparto la vida con mi ausencia.
Está la muerte en mí. Yo la cobijo.

RAMBLA DE SANTA MÓNICA 4


La ciudad está llena de caminos.
Todos son buenos para escapar de ella.

No importa adónde vaya. En cualquier lado
hay sendas que conducen a otra parte.

El lugar nunca importa. Es otro sitio
-otro siempre- el objeto de mi viaje.

 

INTRODUCCIÓN


No a la transmigración en otra especie.
No a la post vida, ni en cielo ni en infierno.
 

No a que me absorba cualquier divinidad.
No a un más allá, ni aun siendo el paraíso
reservado a islamitas, con beldades
que un libro garantiza siempre vírgenes.
Porque esos son los juegos para ingenuos
en que mi agnosticismo nunca apuesta.
Mi envite es al no ser. A lo seguro.
Rechaza otro existir, tras consumida
mi ración de este guiso indigerible.
Otra vez, no. Una vez ya es demasiado.